En Hungría se dan las cosas para pasar una tranquila noche de copas, en sus calles se ven muchos estudiantes que van y vienen conversando relajadamente, a pesar que en las estaciones del metro abundan los carteristas, asaltando especialmente a los que van con cara de despistados como suele suceder con los turistas.

Aunque esto no sólo pasa en Hungría, sino en todas partes, sólo que allí el fenómeno se ve acentuado en ciertas épocas generando bastante preocupación entre la gente.

Los vinos son baratos y más o menos buenos, por lo menos son un buen complemento de ayuda para amenizar las charlas entre amigos o conocidos que se van haciendo en el lugar.

Hungría a pesar de su pasado comunista, es un país donde se pueden ver muchos shoppings, bares, restaurantes, y un popular sitio donde venden nachos con jalapeño al más puro estilo mexicano.

Luego de una noche de copas, es casi un clásico pasar a comer algo, el apetito se despierta pasadas algunas horas de la noche, por lo que se hace necesario recargar energías, lo que queda completamente cubierto en Hungría ya que hay varios lugares para elegir.

Para el verano, la mejor parte de la bohemia está en el Río, con un ambiente al aire libre, donde sirven todo tipo de bebidas con música que va desde las tendencias electrónicas a las trendy. Hay algunos after hours como el Piaf, más o menos cerca de Oktogon donde hay también un fast food popular: Mac Donald´s.

Foto: mediateca